Si pudiéramos teletransportarnos a un escenario equiparable al que los filósofos denominan como “el estado de naturaleza”, pronto descubriríamos que las bases de la realidad socio-política que hoy articulan nuestra geografía interpretativa constituyen una ontología tan paradójica como falsa. En una hipotética realidad salvaje, el orden social termina allí donde se acaba el rango efectivo […]
